ROMA (Italia). El centro de refugiados más grande de Europa se encuentra en la localidad de Mineo, en la isla italiana de Sicilia. Miles de inmigrantes procedentes de más de cuarenta países, entre ellos Eritrea, Nigeria, Siria y Somalia, han llegado a este campo buscando asilo.

Durante los últimos cinco años, los testigos de Jehová han estado visitando este centro (ver fotografía de arriba) para ofrecer cursos gratuitos de la Biblia. Con la estrecha colaboración de las autoridades del centro, se puso a disposición de los refugiados un autobús con capacidad para 50 personas para quienes quisieran asistir a los servicios religiosos de los Testigos. Desde entonces, muchos van todas las semanas al Salón del Reino (o lugar de culto de los testigos de Jehová). La señora Ivana Galanti, subdirectora del centro de acogida de Mineo, habla de su experiencia trabajando con los testigos de Jehová: “Debo decir que agradezco todo el trabajo que han hecho y siguen haciendo por los refugiados. Pienso que para ellos, que se encuentran en un lugar desconocido y que han dejado atrás circunstancias muy tristes y hasta trágicas, es una experiencia muy agradable y gratificante recibir ayuda [de los testigos de Jehová]”.

Humphrey Osagiede es de Nigeria y llegó al centro en el 2011. Estudió la Biblia con los Testigos y se bautizó el 23 de noviembre de 2014. Él cuenta: “La Biblia me cambió la vida por completo. Dejé de consumir drogas y abandoné mi estilo de vida inmoral. Cuando llegué, los Testigos me dieron ayuda práctica y espiritual. También agradezco a la administración del centro que organizara el transporte para que pudiéramos ir a los servicios religiosos de los testigos de Jehová”. El señor Osagiede ahora vive y trabaja en Palermo (Italia), y le encanta hablar con los demás, entre ellos otros refugiados, del mismo mensaje bíblico que le ayudó a él.

Christian di Blasio, portavoz de los testigos de Jehová de Italia, comenta: “Nuestra labor principal es ayudar a las personas a conocer lo que enseña la Biblia. Colaborar con el personal del centro de acogida les ha dado a los refugiados la oportunidad de beneficiarse de la educación bíblica, una educación que satisface muchas de sus necesidades espirituales y emocionales”.

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