El Diablo —también llamado Satanás— es un espíritu y, como tal, vive en una dimensión espiritual, invisible. No está en un infierno torturando a los malos, como se ve en la lámina que acompaña a este artículo.

“Guerra en el cielo”

 Durante un tiempo, el Diablo podía moverse libremente en la región espiritual. Incluso se le permitía presentarse delante de Dios junto con los demás ángeles (Job 1:6). Pero la Biblia profetizó que habría “guerra en el cielo” y que Satanás sería expulsado y “arrojado abajo a la tierra” (Revelación [Apocalipsis] 12:7-9). Tanto la cronología bíblica como los acontecimientos mundiales confirman que esta guerra ya tuvo lugar. Ahora el campo de acción del Diablo está limitado a la Tierra.

 ¿Quiere decir eso que él está en un punto específico del planeta? Pues bien, para describir a la antigua ciudad de Pérgamo, la Biblia usa las expresiones “donde está el trono de Satanás” y “donde mora Satanás” (Revelación 2:13). Sin embargo, es probable que dichas descripciones se refieran al carácter satánico de las prácticas religiosas que reinaban en aquel lugar, no a que el Diablo viviera allí. De hecho, él no vive en ningún lugar físico del planeta. Las Escrituras dicen que gobierna “todos los reinos de la tierra” y que su campo de acción está limitado a la Tierra (Lucas 4:5, 6).