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Cómo reconocer un grave trastorno del sueño

Cómo reconocer un grave trastorno del sueño

Cómo reconocer un grave trastorno del sueño

A VECES, los síntomas indican que existe un grave trastorno del sueño. El insomnio crónico, el cual dura más de un mes, suele estar relacionado con problemas más serios, entre ellos la depresión. Por otra parte, también puede ser síntoma de una grave enfermedad física.

Apnea del sueño

Mario estaba demasiado somnoliento durante el día. Cuando conducía el auto, su esposa tenía que vigilarlo continuamente pues sufría desvanecimientos momentáneos que rara vez recordaba. Por las noches roncaba muy fuerte y de forma irregular, y a veces se despertaba sobresaltado y con sensación de ahogo. *

Mario tenía los síntomas clásicos de la apnea del sueño (el término apnea significa literalmente “sin respiración”). Un episodio de apnea puede durar entre diez segundos y dos o tres minutos, y durante su transcurso, la víctima suele revolverse en la cama, jadeando, tras lo cual se queda dormida de nuevo. Estos episodios se repiten centenares de veces por noche. Hay tres tipos de apnea del sueño.

La apnea central se produce cuando el centro cerebral que controla la respiración no manda la señal de respirar con regularidad. En el caso de la apnea obstructiva, las vías respiratorias superiores a nivel de la garganta se cierran y bloquean la circulación del aire. La apnea mixta es una combinación de ambas y es la más frecuente. Quien sufre apneas, del tipo que sean, puede terminar prácticamente en el mismo estado que quien se queda levantado toda la noche, ¡día tras día!

Las víctimas de apnea corren peligro, pues quizás se desvanezcan mientras trabajan o cuando están al volante de su automóvil. Pueden tener hipertensión, cardiomegalia (aumento del tamaño del corazón) y un mayor riesgo de sufrir un ataque de apoplejía o insuficiencia cardíaca. El doctor William Dement, de la Universidad de Stanford, calcula que todos los años 38.000 estadounidenses mueren de problemas cardiovasculares ocasionados por la apnea del sueño.

Si bien los más propensos son los hombres obesos mayores de 40 años, las apneas del sueño pueden ocurrir a cualquier edad, incluso en la tierna infancia. Existen varios tratamientos, pero siempre es mejor que los supervise un especialista. El tratamiento no quirúrgico más efectivo para la apnea obstructiva es un aparato que suministra una presión positiva continua en las vías respiratorias. El paciente se coloca una mascarilla por la noche, y un regulador de presión (ajustado a las necesidades de la persona por un médico) suministra la cantidad justa de aire que se precisa para que no se produzcan apneas. Si con esto no se soluciona el problema, existen varias alternativas quirúrgicas, entre ellas la de eliminar el tejido excesivo de la garganta mediante rayos láser u ondas de radiofrecuencia.

Narcolepsia

Otro trastorno del sueño que requiere atención médica es la narcolepsia, problema neurológico que provoca una somnolencia excesiva durante el día. Buck, por ejemplo, estaba constantemente adormilado. Se quedaba dormido de repente, incluso durante reuniones importantes. Así que decidió sostener un manojo de llaves en la mano para que cuando se durmiera se le cayeran al suelo, y el ruido lo despertara. Más adelante empezó a tener cataplexia (debilidad en las rodillas que le hacía desplomarse cuando sentía emociones intensas). Luego tuvo síntomas de parálisis del sueño así como alucinaciones ocasionales justo antes de dormirse.

La narcolepsia suele comenzar entre los 10 y los 30 años de edad. Quienes la padecen a veces desarrollan lo que se conoce como conducta automática, un estado en el que parece que se comportan normalmente pero no recuerdan que hayan transcurrido largos períodos de tiempo. Lo trágico de esta enfermedad es que muchas veces pasan años sin que se diagnostique, y mientras tanto a la víctima se la tacha de ser perezosa, peculiar o lenta en su razonamiento. Si bien se considera incurable, con medicación y algunos ajustes en el estilo de vida se pueden tratar los síntomas con diversos grados de éxito. *

Otros trastornos del sueño

Hay otros dos problemas —los cuales aparecen juntos a veces— que afectan directamente las extremidades, produciendo insomnio crónico. Uno es el trastorno de movimientos periódicos de las extremidades, en el que las piernas, y a veces los brazos, dan sacudidas y experimentan contracciones espasmódicas durante el sueño. Veamos el caso de Michael. Las pruebas demostraron que una serie de episodios de movimientos periódicos de las piernas lo despertaban nada menos que unas trescientas cincuenta veces todas las noches.

Otro trastorno es el síndrome de piernas inquietas, * en el que la persona nota una sensación en los músculos de las piernas y en las rodillas que le produce una necesidad irresistible de moverse y, por lo tanto, le impide conciliar el sueño. Aunque este trastorno a veces obedece a la falta de ejercicio o la mala circulación, en algunos casos parece que guarda relación con el consumo de cafeína. También se sabe que en ocasiones el alcohol agrava el problema.

El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por el acto de rechinar o apretar los dientes durante el sueño. Si se produce habitualmente, puede desgastar demasiado los dientes y causar mucha molestia en las mandíbulas, ocasionando insomnio grave. Dependiendo del grado de bruxismo, el tratamiento puede variar desde la cirugía oral hasta el uso de una protección para los dientes durante la noche.

Este breve examen de unos cuantos trastornos del sueño demuestra que puede ser peligroso pasarlos por alto. Algunos tratamientos son sencillos, otros complejos, pero es fundamental que se administren. Si usted o un ser querido padece de insomnio crónico o tiene síntomas de cualquier trastorno del sueño que revista gravedad, lo más sensato es buscar ayuda profesional pronto. Aunque el tratamiento no elimine por completo el problema, es posible que reduzca considerablemente los riesgos y ayude a los implicados a sobrellevar mejor la situación. Y en el futuro, al cumplirse las promesas bíblicas, “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”. Cuando Dios haga “nuevas todas las cosas”, las enfermedades habrán desaparecido por completo (Isaías 33:24; Revelación [Apocalipsis] 21:3-5).

[Notas]

^ párr. 4 Los ronquidos fuertes e irregulares propios de la apnea no deben confundirse con los ligeros y rítmicos producidos por muchas personas al dormir, cuyo principal inconveniente es el de mantener despiertos a quienes comparten su dormitorio.

^ párr. 11 Para más información sobre la narcolepsia, véase la revista ¡Despertad! del 8 de abril de 1991, págs. 19-21.

^ párr. 14 Para más información sobre este trastorno, llamado a veces parestesia nocturna, véase la revista ¡Despertad! del 22 de noviembre de 2000, págs. 19, 20.

[Ilustración de la página 10]

El tratamiento para los trastornos del sueño debe ser supervisado por un médico

[Ilustración de la página 10]

Roncar puede ser un síntoma de apnea del sueño

[Ilustración de la página 11]

La narcolepsia suele confundirse con pereza

[Ilustración de la página 12]

Los aparatos que regulan la presión en las vías respiratorias pueden aliviar la apnea del sueño