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Una tragedia de gran magnitud

Una tragedia de gran magnitud

Una tragedia de gran magnitud

Aunque Erik * ya cuenta medio año de vida, apenas alcanza la talla y el peso de un bebé de uno o dos meses. Pese a tal déficit, tiene inflamados el vientre, las piernas y su redonda y pálida cara. Además, presenta cabellos quebradizos y opacos, lesiones cutáneas y gran irritabilidad. El médico ha de extremar el cuidado al examinarle los ojos, pues su tejido ocular puede desgarrarse con facilidad. Y es probable que su desarrollo intelectual se haya visto mermado. Por desgracia, el caso de Erik es bastante frecuente.

“SE TRATA de un fenómeno directamente relacionado con más de la mitad de los casos de mortalidad infantil que ocurren en el mundo, una proporción que no tiene precedentes en la historia de las enfermedades infecciosas desde la época de la peste negra. Y sin embargo, no se trata de una enfermedad infecciosa. Su poder destructivo se hace sentir en los millones de sobrevivientes que padecen discapacidades, sufren una mayor propensión a contraer enfermedades durante el resto de sus vidas o quedan mermados intelectualmente. Se trata de un fenómeno que amenaza a las mujeres y las familias y que, en última instancia, pone en peligro la existencia misma de sociedades enteras.” (El Estado Mundial de la Infancia, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia [UNICEF].)

¿Qué enfermedad corresponde a esta descripción? El síndrome de la mala nutrición y, más concretamente, la desnutrición proteicoenergética, calificada de “emergencia silenciosa” por la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Cuál es la magnitud de esta tragedia? Según la OMS, “interviene en al menos la mitad de los 10,4 millones de fallecimientos de niños que ocurren cada año”.

La mala nutrición abarca un amplio abanico de afecciones: desde la desnutrición por carencia de uno o más nutrientes —tales como vitaminas o minerales—, a la obesidad y otros males crónicos ligados a la dieta. Pero la desnutrición proteicoenergética “es, con mucho, el tipo más mortífero de mala nutrición”, señala la OMS. Sus principales víctimas no superan los cinco años de edad.

Pensemos por un momento en Erik, mencionado al principio, y en los millones de niños aquejados de desnutrición. Ni son culpables de encontrarse en esa situación ni poseen los medios para salir de ella. Georgina Toussaint, especialista en nutrición pediátrica, comentó a ¡Despertad!: “Sufre y paga el que menos culpa tiene y es el más vulnerable”.

Hay quienes dan por sentado que es un problema insoluble, ya que sencillamente no hay comida para todos. La paradoja es que “vivimos en un mundo de abundancia”, señala la OMS. En efecto, existen alimentos de sobra para todos. Por si fuera poco, la desnutrición es la enfermedad más fácil de prevenir y la que menos cuesta curar. ¿Verdad que resulta indignante esta realidad?

Las víctimas

La desnutrición no se limita a la infancia. Según un informe de la OMS publicado en julio de 2001, “posee largos tentáculos, que aprisionan a casi 800 millones de habitantes, es decir, el 20% de la población del mundo en vías de desarrollo”, o lo que es lo mismo, a 1 de cada 8 seres humanos.

Aunque el mayor número de desnutridos vive en Asia —principalmente en las regiones meridionales y centrales—, los índices más altos de desnutrición se dan en África, que va seguida en la lista por varios países en vías de desarrollo de Latinoamérica y el Caribe.

¿Se han librado de la desnutrición las naciones desarrolladas? No. Según El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2001, hay 11.000.000 de afectados en países industrializados y 27.000.000 en los denominados “países en transición”, particularmente de Europa del Este y de la antigua Unión Soviética.

¿Por qué se ha agravado tanto este problema? ¿Existe algún modo de mejorar a corto plazo la situación de las víctimas? ¿Nos libraremos algún día de esta plaga? Tales cuestiones se tratarán en los siguientes artículos.

[Nota]

^ párr. 2 Se ha cambiado su verdadero nombre.

[Mapa de la página 4]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

PAÍSES CON RIESGO DE MALA NUTRICIÓN

RIESGO ALTO

RIESGO MEDIO

RIESGO BAJO

SIN RIESGO O DATOS INCOMPLETOS

[Ilustración de la página 3]

A la espera de ayuda alimentaria en Sudán

[Reconocimiento]

UN/DPI Photo de Eskinder Debebe