Hechos de los Apóstoles 27:1-44
Notas
Notas de estudio
navegáramos. Tal como se explica en las notas de estudio de Hch 16:10 y 20:5, el libro de Hechos contiene secciones donde Lucas, el escritor del libro, usa formas verbales y pronombres de primera persona del plural para describir lo que sucedía. Por ejemplo, en Hch 27:20 se dice “llevábamos”, “estábamos” y “salvarnos”. Esto muestra que Lucas acompañó a Pablo en algunas etapas de sus numerosos viajes. En la sección de Hechos que comienza en este versículo y continúa hasta Hch 28:16 se ven otros ejemplos de este uso, lo que indica que Lucas viajó a Roma con Pablo.
un oficial del ejército. O “un centurión”. El centurión tenía a su cargo a unos 100 soldados del ejército romano.
con bondad. O “con bondad humana”, “con humanidad”, “con amabilidad”. La palabra griega filanthrṓpōs y el término relacionado filanthrōpía indican un sentimiento afectuoso de interés y preocupación por los seres humanos. Tras pasar todo un día navegando y recorrer unos 110 km (70 mi) en dirección norte, el barco atracó en Sidón, en la costa siria. Al parecer, el oficial del ejército Julio no trató a Pablo como un delincuente común, posiblemente porque Pablo era ciudadano romano y no estaba probado que fuera culpable (Hch 22:27, 28; 26:31, 32).
un barco. Aquí se refiere a una embarcación que transportaba grano (Hch 27:37, 38). En aquel tiempo, Egipto era el principal productor de cereales para Roma. Los barcos con grano egipcio atracaban en Mira, una importante ciudad situada en la costa suroeste de Asia Menor. El oficial del ejército Julio encontró un barco de este tipo e hizo embarcar a los soldados y prisioneros en él. Esta embarcación, además de la valiosa carga de trigo, transportaba un total de 276 personas, entre tripulación, soldados, prisioneros y probablemente otros pasajeros que iban a Roma. Así que tuvo que ser mucho más grande que la que utilizaron durante la primera parte del viaje (Hch 27:1-3). Como Mira estaba justo en dirección norte desde Alejandría, puede que fuera una escala habitual en las rutas de los barcos que salían de esta ciudad egipcia. También es posible que los vientos en contra (Hch 27:4, 7) obligaran al barco de Alejandría a cambiar de rumbo y echar anclas en Mira. Ver apén. B13.
el ayuno del Día de Expiación. O “el ayuno de otoño”. Lit. “el ayuno”. La expresión griega empleada aquí alude al único ayuno que mandaba la Ley mosaica, el ayuno que se realizaba durante la celebración anual del Día de Expiación, también llamado Yom Kipur (del hebreo, yohm hakkippurím, que significa ‘día de los cubrimientos’) (Le 16:29-31; 23:26-32; Nú 29:7; ver glosario, Día de Expiación). El ayuno del Día de Expiación se realizaba a finales de septiembre o a principios de octubre. Por lo general, se entiende que la expresión humillarse, cuando aparece relacionada con el Día de Expiación, se refiere a varias formas de sacrificarse, entre ellas el ayuno (Le 16:29, nota). La expresión “el ayuno” que se usa en el texto original de Hch 27:9 apoya la idea de que la principal forma de sacrificio personal que se practicaba durante el Día de Expiación tenía que ver con el ayuno.
vidas. O “almas”. La palabra griega psykhḗ se usa aquí para referirse a una persona o a la vida de una persona (ver glosario, alma, y apén. A2).
euroaquilón. En griego, eurakýlōn; en latín, euroaquilo. Se trata de un viento del noreste conocido por los marineros mediterráneos como gregal. Es el viento más violento del mar Mediterráneo. Era muy peligroso para un barco con grandes velas, al que fácilmente podía volcar durante una tormenta.
el esquife. La palabra griega skáfē alude a un pequeño bote auxiliar que los barcos llevaban a remolque o, en los barcos más grandes, a bordo. Se usaba para llegar a tierra cuando el barco estaba anclado cerca de la costa, para desembarcar la carga o para tirar de un lado del barco a fin de hacerlo girar. Y, en caso de emergencia, también podía usarse como bote salvavidas. Para evitar que la tormenta se tragara el esquife o lo hiciera pedazos, se sacaba del agua y se amarraba a la embarcación principal.
la Sirte. El nombre griego Sýrtis viene de una raíz que significa ‘arrastrar’. Este era el nombre de dos golfos situados en una amplia entrada de la costa del norte de África (en la costa de las actuales Túnez y Libia). El golfo occidental (entre las ciudades de Túnez y Trípoli) se conocía como Pequeña Sirte (actualmente, el golfo de Gabés); y el golfo oriental, como Gran Sirte (actualmente, el golfo de Sidra). Ambos golfos eran muy temidos por los antiguos marineros debido a sus traicioneros bancos de arena, que cambiaban constantemente de lugar con las mareas. Hablando de las embarcaciones que encallaban en estos bancos, Estrabón, un geógrafo griego del siglo primero de nuestra era, dijo: “Raro es el barco que se salva” (Geografía [trad. J. L. García Alonso, M.ª Paz de Hoz García-Bellido y Sofía Torallas Tovar], libro XVII, cap. 3, sec. 20). Y, según Josefo, el simple nombre de Sirte hacía temblar a quienes lo oían (Guerra de los judíos [trad. Luis Farré], libro II, cap. XVI, sec. 4). Ver apén. B13.
una tempestad violenta. Lit. “una tempestad no pequeña”. Esta expresión griega describe una fuerte tormenta. En los tiempos de Pablo, los marineros se orientaban guiándose por el sol y las estrellas. Por eso, un cielo nublado hacía muy difícil la navegación.
porque ninguno de ustedes perderá la vida. O “porque no habrá pérdida de vidas entre ustedes”, “porque no se perderá ni un alma”. La palabra griega psykhḗ se usa en esta expresión para referirse a una persona o a la vida de una persona. Ver glosario, alma, y apén. A2.
a quien doy servicio sagrado. O “a quien sirvo”, “a quien adoro”. Ver la nota de estudio de Hch 26:7.
el mar de Adria. En tiempos de Pablo, se conocía con este nombre un área más grande que el actual mar Adriático. Según el geógrafo griego Estrabón, el nombre proviene de Atria, una antigua ciudad situada en la desembocadura del río Po, en lo que hoy se conoce como golfo de Venecia (Geografía [trad. José Vela Tejada y Jesús Gracia Artal], libro V, cap. 1, sec. 8). La ciudad italiana conocida actualmente como Adria se encuentra un poco más separada de la costa. Parece que, en un principio, “el mar de Adria” se refería a las aguas cercanas a la antigua ciudad. Pero, con el tiempo, el nombre llegó a aplicarse a lo que hoy día serían el mar Adriático, el mar Jónico y las aguas del mar Mediterráneo que se encuentran al este de Sicilia (y Malta) y al oeste de Creta. Ver apén. B13.
20 brazas. Unos 36 m (120 ft). La braza es una unidad de longitud usada para medir la profundidad del agua. Por lo general se considera que equivale a cuatro codos (alrededor de 1,8 m; 6 ft) y corresponde a la distancia aproximada entre los extremos de las manos de una persona con los brazos extendidos en direcciones opuestas. De hecho, la palabra griega que se traduce como “braza” (orguiá) viene de un término que significa ‘extender’, ‘estirar’. Ver apén. B14.
15 brazas. Poco más de 27 m (90 ft). Ver la nota de estudio de 20 brazas en este versículo y el apén. B14.
276. Aunque unos pocos manuscritos dan otras cifras de la cantidad de personas que iban a bordo, el número de 276 cuenta con el apoyo de muchos manuscritos y de la mayoría de los expertos. En aquella época había barcos capaces de transportar cantidades tan grandes de pasajeros. Josefo habla del naufragio de un barco que iba de camino a Roma y llevaba unas 600 personas a bordo.
personas. O “almas”. La palabra griega psykhḗ, que tradicionalmente se traduce como “alma”, se refiere aquí a una persona viva. Ver glosario, alma, y apén. A2.
Multimedia
Los sucesos se presentan en orden cronológico.
1. Tras dos años encarcelado en Cesarea, Pablo es enviado preso en un barco hacia Roma (Hch 27:1, 2).
2. Pablo y sus compañeros llegan a Sidón; Pablo recibe permiso para encontrarse con los cristianos de allí (Hch 27:3).
3. Zarpan en un barco que navega primero al abrigo de Chipre y luego por altamar a lo largo de Cilicia y Panfilia, y llegan a Mira, en la región de Licia (Hch 27:4, 5).
4. En Mira suben a una embarcación de Alejandría que transporta grano; llegan a Cnido con dificultad y luego navegan al abrigo de Creta pasando frente a Salmone (Hch 27:6, 7).
5. Siguen navegando con dificultad a lo largo de la costa de Creta hasta que llegan a Bellos Puertos (Hch 27:8).
6. El barco se queda bastante tiempo en Bellos Puertos; al final se decide partir hacia Fenice, otro puerto de Creta (Hch 27:9-13).
7. Al poco tiempo, se desata un fuerte viento del noreste, el euroaquilón, que arrastra el barco (Hch 27:14, 15).
8. Navegan al abrigo de la isla de Cauda; los marineros temen encallar en los bancos de arena de la Sirte (Hch 27:16, 17).
9. Un ángel se le aparece a Pablo y le dice que lo llevarán ante César; Pablo garantiza a los que viajan con él que todos sobrevivirán (Hch 27:22-25).
10. Naufragan en Malta (Hch 27:39-44; 28:1).
11. Los malteses los tratan con una bondad extraordinaria; Pablo sana al padre de Publio (Hch 28:2, 7, 8).
12. Suben a un barco de Alejandría que había pasado el invierno en Malta; viajan primero a Siracusa y luego a Regio (Hch 28:11-13a).
13. Pablo llega a Puteoli, donde los hermanos lo reciben con cariño (Hch 28:13b, 14).
14. Hermanos de Roma viajan hasta las Tres Tabernas y la Plaza del Mercado de Apio para encontrarse con Pablo (Hch 28:15).
15. Pablo llega a Roma, donde se le permite quedarse en una casa custodiado por un soldado (Hch 28:16).
16. Pablo habla con los judíos de Roma; durante dos años predica con valor a todos los que lo visitan (Hch 28:17, 18, 21-31).
En el siglo primero de nuestra era, muchos barcos mercantes de diferentes tipos cruzaban el mar Mediterráneo. Algunos eran embarcaciones costeras, como la que abordó Pablo en Adramitio cuando viajó preso de Cesarea a Mira (Hch 27:2-5). En cambio, el mercante al que se subió en Mira, parecido al que se ve aquí, era mucho más grande, ya que transportaba trigo y a un total de 276 personas, entre tripulación y pasajeros (Hch 27:37, 38). Probablemente tenía una vela mayor y otra más pequeña al frente (la proa) llamada trinquete. Y en la parte trasera (la popa) tenía dos grandes remos que servían de timón. Estas embarcaciones con frecuencia llevaban un mascarón de proa, que solía ser una figura tallada de un dios o una diosa.
1. Barco mercante
2. Barca de pesca galilea
1. Cepo
2. Caña
3. Uña
4. Brazo
5. Zuncho (o abrazadera)
En el relato del viaje de Pablo hacia Roma se mencionan varias veces las anclas (Hch 27:13, 29, 30, 40). Parece que antiguamente las primeras anclas eran pesos de piedra u otros objetos sencillos. Sin embargo, para cuando Pablo hizo sus viajes, ya existían diseños más avanzados. Aquí se ve el dibujo de un ancla de dos brazos, común en tiempos de los romanos. Este tipo de ancla normalmente estaba hecha de madera y metal. El pesado cepo, que por lo general era de plomo, hacía que el ancla se hundiera y así uno de los brazos podía clavarse en el fondo marino. Las grandes embarcaciones solían llevar varias anclas (Hch 27:29, 30). Cerca de Cirene, en la costa africana, se encontró un ancla de unos 545 kg (1.200 lb). Saber estos detalles da más sentido a la declaración de Pablo de que la “esperanza segura y firme que tenemos es como un ancla para el alma” (Heb 6:19).
Estas plomadas (también llamadas escandallos) (1) eran pesas de diversas formas y tamaños, y son uno de los instrumentos náuticos más antiguos que se conocen. Solían atarse a una cuerda y se dejaban caer a un costado del barco. Cuando la plomada tocaba el fondo marino, los marineros usaban la cuerda para medir la profundidad que había bajo el casco del barco (2). Algunas plomadas tenían en su base una capa de sebo (o grasa) a la que se pegaban fragmentos del fondo marino, como piedrecitas y arena. Cuando los marineros subían la plomada, podían examinar estos fragmentos. Aunque hay plomadas de varios materiales, habitualmente estaban hechas de plomo. El verbo griego que se traduce como “sondear la profundidad” en Hch 27:28 también se puede traducir literalmente como “lanzar el plomo”.
1. Plomada
2. Cuerda