Ong-Li es una testigo de Jehová que vive en Bulgaria. Le daba clases de la Biblia a una mujer joven llamada Zlatka, que estaba casada con un hombre que no se interesaba en esos temas. Ong-Li cuenta: “Cuando empezamos a hablar sobre la vida familiar, le dije a Zlatka que es muy importante decirles a nuestros esposos y a nuestros hijos que los queremos. Pero con una mirada triste me dijo que ella nunca les había dicho ni a su esposo ni a su hija de nueve años que los quería”.
Zlatka dijo: “Yo haría lo que fuera por mi familia, pero me resulta imposible pronunciar esas palabras”. También añadió: “Mi madre nunca me ha dicho que me quiere y mi abuela tampoco le dijo a mi madre que la quería”. Luego, Ong-Li le mostró a Zlatka en la Biblia que Jehová había dicho en voz alta que amaba a Jesús (Mateo 3:17). Así que la animó a pedir la ayuda de Jehová y a ponerse el objetivo de decirles a su esposo y a su hija que los quería.
Ong-Li cuenta: “Dos días después, Zlatka me dijo muy contenta que le había pedido ayuda a Jehová. Me dijo que, cuando su esposo regresó a casa, ella le explicó que en sus clases de la Biblia había aprendido que es muy importante que la esposa respete y ame a su esposo. Entonces, hizo una pausa y le dijo que lo quería mucho. Más tarde, cuando su hija volvió a casa, la abrazó y también le dijo que la quería”. Zlatka le confesó a Ong-Li: “¡Me siento tan aliviada! Todos estos años había sido incapaz de expresar mis sentimientos. Pero gracias a la ayuda de Jehová por fin pude decirle a mi familia que la quiero”.
Ong-Li sigue contando: “Una semana más tarde conocí al esposo de Zlatka, y me dijo: ‘Mucha gente me ha dicho que Zlatka no debería estudiar la Biblia con ustedes, pero la verdad es que esto ha sido muy bueno para nuestra familia. Ahora nos llevamos mejor y somos más felices’”.
Millones de personas de todo el mundo han hallado en la Biblia las respuestas que tanto buscaban. Le invitamos a estudiar con nosotros este valioso libro.