Usted puede hallar la verdadera felicidad
Usted puede hallar la verdadera felicidad
A JUZGAR por cómo viven, muchas personas de todo el mundo creen que el secreto de la felicidad es tener un automóvil caro, una buena cuenta corriente, una carrera prestigiosa, una casa grande y lo último en aparatos electrónicos, así como un cuerpo esbelto o musculoso. Pero ¿dependerá la felicidad de algo tan material?
Recientemente ha habido “una avalancha de estudios sobre la felicidad, el optimismo, las emociones positivas y los rasgos del carácter que resultan saludables”, dice un informe especial de la revista Time. A muchos les han sorprendido los resultados de dichos estudios, pues, con notable uniformidad, indican que la persona que parte de la base de que el dinero, la fama o la belleza dan la felicidad se engaña a sí misma. Todavía peor, construye su vida sobre un fundamento que pudiera perjudicarle la salud e incluso provocarle depresión.
En Estados Unidos, por ejemplo, muchos ciudadanos son más ricos que nunca. “Pero, en general, [los estadounidenses] no somos por ello más felices”, señala Time. Claro, lo mismo cabría decir de otros países. China, pese al auge económico que vive, ha visto un inquietante aumento en el número de habitantes infelices. En esta nación, el suicidio es ya “la principal causa de muerte entre las edades de 15 y 34 años”, indica la publicación trimestral Access Asia. Parece que un factor que contribuye a ello es la presión impuesta a los jóvenes para que triunfen en una sociedad implacable y rigurosa.
Resulta obvio que la prosperidad económica no reduce la ansiedad ni la tensión; en todo caso las potencia. “La vida que llevamos se ha convertido en el principal factor desestabilizante a nivel emocional y mental”, mencionó un estudio universitario. Según William van Wishard, analista de tendencias sociales, “el aspecto mental y emocional de la salud está cobrando cada vez más importancia en los seguros médicos de muchas empresas”.
Tanto cambio afecta hasta a los menores. Ya hay libros para niños de ocho años que les dan consejos “para identificar los síntomas de la tensión nerviosa y para afrontarla”, agrega Van Wishard. De acuerdo con un folleto sobre la depresión, en varios países desarrollados el diagnóstico de depresión infantil aumenta un sorprendente 23% cada año, y “el crecimiento más rápido en el mercado de los antidepresivos tiene lugar entre los niños en edad preescolar”.
El miedo también está en auge, y no solo por la incertidumbre económica. La agudización de los extremismos políticos y religiosos hace que muchos teman que el día de mañana sea espantoso. ¿Disponemos de alguna ayuda?
Hace dos mil años, Jesucristo enseñó un modo de vida que es muchísimo mejor y que alivia las tensiones. Su enseñanza se basa en esta verdad sencilla, a la vez que profunda: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). En efecto, Jesús animó a sus oyentes a centrarse en la mayor necesidad que tenemos los seres humanos: conocer la verdad acerca de nuestro Creador y del propósito que tiene para nosotros.
Como veremos en los próximos artículos, además de llenarnos de esperanza, esa verdad espiritual nos ayuda a determinar qué es realmente importante, lo que a su vez nos permite llevar una vida más feliz y significativa.
[Comentario de la página 3]
¿Depende la felicidad de los bienes materiales?