Observando el mundo
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Los niños y los oficios religiosos
“¿Acuden los niños a los oficios religiosos?”, pregunta la revista Canadian Social Trends en una de sus últimas ediciones. Basándose en un informe elaborado por Statistics Canada, la misma publicación responde que “el 36% —más de un tercio de los canadienses menores de 12 años— asiste a tales actos cuando menos una vez al mes, y la mayoría de ellos, todas las semanas. Un 22% lo hace con menor frecuencia, pero como mínimo una vez al año”. Sin embargo, el artículo puntualizó que “las mayores diferencias en la participación habitual de la infancia en el culto dependían de la afiliación religiosa. [...] Los niños que pertenecen a confesiones que muchos comentaristas califican de convencionales, como la Iglesia Anglicana y la Iglesia Unida, registraron el índice más bajo de asistencia semanal, el 18%”. Los superaron los católicos (aunque por poco), con un 22%, y los musulmanes, con un 44%, aunque estos últimos “también tuvieron la cota más alta de ausencias absolutas durante el año anterior: un 39%”.
Cuidado con los andadores
El periódico londinense The Independent informa que los andadores pueden afectar al desarrollo infantil en sus aspectos físico e intelectual. Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York ha descubierto que cuando estos aparatos llevan una bandeja frontal grande, impiden que los bebés se vean las piernas y toquen algunos objetos cercanos. Se observó que los niños que utilizaron estos instrumentos tardaron cinco semanas más en sentarse derechos, gatear y caminar, en comparación con los que nunca los habían usado. Además, la investigación reveló que anualmente el 50% de los pequeños que caminan con andador se lastiman en accidentes, tales como caídas por las escaleras, quemaduras y vuelcos. La doctora Denise Kendrick, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), advierte: “Los andadores son peligrosos. Parece que más que aportar beneficios a los niños satisfacen la necesidad paterna de mantenerlos ocupados”.
Las especias contra las bacterias
En 1996 ocurrió en el Reino Unido la peor intoxicación alimentaria del mundo, con un saldo de dieciocho muertos. La causante fue la carne contaminada con la bacteria E. coli O157. Últimamente, los investigadores han comprobado que si se añade canela al jugo de manzana no pasteurizado se acaba con el 99,5% de las bacterias en menos de tres días, según el periódico The Independent de Londres. En otra ocasión, los científicos añadieron especias a la carne cruda de ternera y al embutido y descubrieron que las más eficaces para matar la bacteria E. coli O157 fueron la canela, el clavo de olor y el ajo. Los entendidos creen que estos condimentos podrían ser eficaces en la lucha contra otras bacterias, como la salmonella y la campylobacter.
Las deudas privadas de los británicos
Los británicos deben 170.000 millones de dólares en concepto de préstamos personales, tarjetas de crédito y compras a plazos, y pagan 5.500 millones de dólares de intereses al año, según datos dados a conocer por el People’s Bank y publicados en The Times de Londres. Más de un tercio de la población tiene deudas no garantizadas de algún tipo, por un valor medio de 10.400 dólares por persona. Los pagos efectuados con tarjeta de crédito en el Reino Unido se duplicaron en un período de tres años, y alcanzaron la cifra de 115.000 millones de dólares en 1998. La investigación puso de manifiesto que tan solo al 13% de los ciudadanos les preocupa que las deudas puedan resultarles incontrolables. Y 1 de cada 5 admitió haber solicitado préstamos “para mantener su estilo de vida”, dice el People’s Bank.
Contra su voluntad
En un estudio publicado en la revista alemana Psychologie Heute, casi una cuarta parte de un total de 304 mujeres jóvenes encuestadas admitieron que se las había presionado para que participaran en algún tipo de conducta sexual en contra de su voluntad. El informe también señala que más de la cuarta parte de las entrevistadas dijeron que sus parejas habían tratado de darles drogas y alcohol para inducirlas a realizar actos eróticos no deseados. Y añade: “Si se tienen en cuenta los intentos de los jóvenes varones encaminados a socavar la renuencia femenina mediante presión psicológica, drogas o alcohol, las probabilidades
de que una joven de entre 17 y 20 años se vea coaccionada para tener relaciones íntimas superan con creces el 50%”.El primer parque para la observación de las estrellas
“Oculta tras el resplandor de las luces de la ciudad, envuelta en una neblina de contaminación, existe una panorámica que muchos no ven en la actualidad: la belleza aterciopelada de los cielos nocturnos”, dice el periódico The Globe and Mail de Canadá. Terence Dickinson, autor de artículos sobre astronomía, se lamenta: “Hay quien llega a ser adulto sin siquiera haber contemplado una hermosa noche estrellada”. Por ejemplo, indica que hace unos años, cuando un terremoto dejó sin energía eléctrica algunas zonas de California, hubo quien telefoneó a la policía para comunicar “la extraña aparición de estrellas y una franja difusa” en el cielo. Para ofrecer a los observadores canadienses el espectáculo de un firmamento sin apenas contaminación lumínica, se ha creado un “parque natural para observar las estrellas”, de 1.990 hectáreas de terreno público en el distrito de los lagos de Muskoka, al norte de Toronto. Se cree que este parque, el Torrance Barrens Conservation Reserve, es el primero del mundo en su clase.
Padres e hijas
Un estudio reciente realizado por el Ministerio de Salud de Canadá con 2.500 adolescentes, reveló la brecha de comunicación que existe entre padres e hijos, y especialmente las hijas, según informa el periódico canadiense The Globe and Mail. Solo al 33% de las muchachas de entre 15 y 16 años les resulta “fácil o muy fácil hablar con su padre sobre asuntos que les preocupan”, en contraste con el 51% de los muchachos. Aun así, “las chicas valoran mucho al padre y necesitan su apoyo”, asegura el informe. El docente Alan King, de la Universidad de Queen, reconoce que “es difícil hablar con los hijos, en particular durante los turbulentos primeros años de la adolescencia”, en los que muchos padres pasan por alto los temas sexuales y la conducta peligrosa. Sin embargo, los insta a afrontar el desafío, sobre todo en vista de que muchas madres dedican menos tiempo que antes a sus hijos.
‘No sin televisión’
“¿Qué te llevarías a una isla desierta?”, fue la pregunta que se planteó a 2.000 jóvenes alemanes. Para la mayoría, los artículos más importantes serían televisores y radios, así como discos compactos y casetes, informa el periódico Westfälische Rundschau. La comida y la bebida ocuparon el segundo lugar, mientras que la familia y los amigos se vieron relegados al tercer puesto. Un joven de 13 años expuso su preferencia: “No podría pasar sin televisión”. Solo un tercio de los encuestados dijo que incluirían herramientas que pudieran resultarles útiles, como navajas, azadas y sierras. Solo un 0,3% eligió la Biblia. La entrevistada más joven, una niña de siete años, dijo: “Yo solo me llevaría a mi mamá. Cuando ella está conmigo, nada va mal”.
Los grandes luchadores de sumo
El peso de los luchadores de sumo, conocidos mundialmente por sus grandes dimensiones, resulta cada vez más insoportable para sus piernas, dicen los fisiólogos deportivos de Japón. La revista New Scientist informa que durante los pasados cinco años se duplicó el índice de lesiones en las dos primeras categorías del sumo, lo que ha motivado a un grupo de fisiólogos a estudiar la relación entre la grasa corporal y la fortaleza de las piernas de 50 luchadores. “Los músculos de las piernas de una cuarta parte de ellos no tenían la fuerza necesaria para soportar bien su peso”, afirma el artículo. Los luchadores de la categoría reina pasaron de un promedio de 126 a 156 kilos entre 1974 y 1999. “La subida está relacionada en parte con el incremento en la talla de los japoneses”, señala la comentarista de sumo Doreen Simmonds. Pero el rendimiento no mejora necesariamente al aumentar el peso. “Para el sumo —apunta Simmonds—, la forma ideal es la de pera: caderas bajas, grandes muslos y pantorrillas de acero.”
Niños en peligro
Un informe emitido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indica que Angola, Sierra Leona y Afganistán son los países más peligrosos para los menores y que en ellos ‘las posibilidades de sobrevivir hasta los 18 años son escasas’. Las guerras, la constante pobreza y la propagación del VIH y del sida han aumentado los peligros a los que estaban expuestos hace una década. Si utilizamos “una escala de riesgos infantiles” graduada del 1 al 100, Angola tendría un factor de riesgo de 96, Sierra Leona de 95 y Afganistán de 94, según cálculos del UNICEF. Por el contrario, el factor promedio de los niños europeos es de 6, informa el periódico londinense The Times.